Hoy se inaugura mi escultura “En un abrazo”, una obra que Funespaña me encargó para rendir homenaje a los fallecidos por la pandemia de la Covid-19 y a sus familiares. Uno de los días más emotivos de mi carrera profesional y personal, porque como artista no hay diferencia, siempre hay un pedacito de mí en cada trabajo, en cada inauguración. El arte está conmigo cada día.

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En estas circunstancias de aislamiento, de incertidumbre, de distancias, de dolor y desesperanza, hoy más que nunca necesitamos ese abrazo que no podemos dar, que no podemos recibir. Esta escultura quiere ofrecerlo desde el sentimiento más sincero y profundo. Quiere ser ánimo y fuerza, consuelo y esperanza para todos. Sin distinguir condición, edad, ni relación.

“En un abrazo” es una escultura universal que refleja al ser humano en su esencia, empatía que es motor para salir adelante en los peores momentos que nos toca vivir. El arte es medicina para el alma. Un encuentro con nosotros mismos, donde la belleza con la que conectamos será la que nos transforme y nos brinde una nueva oportunidad para dar lo mejor.

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La confianza que Funespaña ha depositado en mí, ha sido una oportunidad de hacer patente la capacidad que tiene el arte para expresar aquello que no pueden decir nuestras palabras. Me siento afortunada de poder ofrecer este abrazo a quien lo necesite, en un entorno tan especial y en los momentos más duros a los que nos enfrentamos, ante la pérdida de un ser querido.

Llevar a cabo un encargo es siempre una gran responsabilidad, este especialmente, que ve su recompensa al instalar la obra en ese espacio que las espera, integrándose como si fuese su lugar natural. No necesita explicación, habla por sí sola y así debe ser.

La realización de esta escultura ha sido un proceso de esfuerzo físico e intelectual, pero al mismo tiempo ha significado tener presente esa emoción profunda para conectar con quien se acerque a ella. Haciéndola he sentido que podría dar mil abrazos, que podría ayudar a alguien a recuperar las fuerzas perdidas, a desahogar esa pena muda que encoge el corazón, a encontrar el sentido de seguir adelante y no rendirnos. El arte nos brinda la oportunidad de encontrarnos a nosotros mismos y el artista ha de ser el instrumento que haga resonar emoción en sus obras.

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Gracias a todos los que me animan a seguir creando, a seguir compartiendo emociones. Gracias a quienes se acercan a conocer mi trabajo, espero que descubran una nueva manera de ver lo que nos rodea, de sentir que el arte está más cerca de lo que parece. Somos lo que sentimos.

Gracias a Funespaña por este memorial generoso y lleno de sensibilidad ante el dolor de quienes sufren más duramente esta pandemia.

Mi más sincero abrazo para todos en estos momentos difíciles.

Ana Hernando

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