Toda obra de encargo es para mí una gran responsabilidad, muy pocos son los que ven ese trabajo mientras lo llevo a cabo y mantengo la discreción total sobre el cliente y cualquier detalle que tenga que ver con ese proyecto. Solo cuando el cliente lo hace público puedo darlo a conocer, siempre coordinado con él.

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Este abrazo me fue encargado en mayo por Funespaña, y su inauguración ha tenido lugar el pasado uno de noviembre, día de Todos los Santos, en el Cementerio Jardín de Alcalá de Henares y en el Cementerio Municipal de Leganés. Han pasado varios meses desde que lo modelé en el estudio y desde que se fundió en bronce. Así que la emoción permaneció conmigo todo este tiempo, hasta el día del montaje y posterior inauguración.

Fue un día realmente emotivo, especialmente por las palabras de los familiares y de los representantes de Funespaña. Las personas que trabajan en las funerarias han tenido que ser testigos y apoyo para las familias que pasaban el trance de la despedida solos, sin el cariño de seres queridos y en una situación desbordada de sentimientos, de impotencia y de dolor. Sus testimonios llenan de sentido, aún más si cabe, lo que expresa esta escultura "En un abrazo".

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Considerar el arte como un lujo creo que es un gran error, el arte es una necesidad en el ser humano: la música, la literatura, la poesía, la fotografía, el teatro, el cine, la pintura, la escultura... y un largo etcétera. La mirada del artista transforma la realidad para dar sentido a nuestra propia existencia, en ella nos vemos reflejados, acompañados e incluso redimidos. ¿Quién no tiene esa canción que le hace renacer o ahogar ese momento insufrible? ¿Quién no tiene un rincón en la ciudad o en la naturaleza que le da fuerzas para seguir adelante, después de reencontrarse con la belleza o el silencio?

Arte que también está presente en esta escultura, que no es un mero elemento decorativo, es una emoción que acoge a quien se acerca a ella, para ofrecerle ese abrazo tan necesario y tan anhelado. El arte es la alternativa que no falla ante esta situación de desasosiego, incertidumbre y dolor a la que nos somete y arrastra esta pandemia. El arte nos muestra de lo que somos capaces, conecta con nuestro interior y nos repara, nos inyecta una dosis de esperanza y la capacidad de dar un paso más.

Como artista, el arte corre por mis venas y está en cada uno de mis latidos. Mi sensibilidad me hace sentir mil detalles y matices que pasan desapercibidos para muchos, pero plasmarlos en cada obra me libera y me sana... Cuando veo que otros se emocionan al acercarse a ellas, cobra sentido esa sensación de soledad y de exceso de sensibilidad que a veces duele tanto.

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Lo que sentí en el memorial fue un profundo agradecimiento, por la oportunidad de ofrecer un abrazo de consuelo y esperanza en ese momento en que las palabras no bastan. Arte para vivir.

Gracias.

Ana Hernando